Hace ya algunos años, Ignacio Salvadores encontró una nueva piel bajo el nombre de Gal Go. A su pasado como integrante de Los Hermanos McKenzie se le sumó una aventura en solitario que lo llevó a recorrer Europa primero y a hacer base en Londres después, donde se terminó volviendo una pieza clave de King Krule. Después de haber visitado Argentina como integrante de la banda de Archy Marshall en marzo, ahora Galgo tendrá show por su cuenta este sábado en ArtLab (Roseti 93),con visuales a cargo de Federico Lamas y un DJ set de Lolo Gasparini.
De acuerdo a Salvadores, la génesis de esta segunda vida se gestó en una gira por Europa. «Estuvimos unos meses girando, y cuando volví, quería irme de nuevo. Estuve seis meses en Argentina y después me volví a Londres», explica. En ese limbo temporal, en el que dio también cierre a su etapa con Los Hermanos McKenzie, Rodríguez grabó el primer EP de Gal Go, 2016_A, una suerte de continuación de otro EP que habían publicado junto a Fages con el nombre Galgo & Kiki. La búsqueda sonora, con fuerte énfasis en la electrónica dice, fue un poco por azar: «No tenía casa fija y justo estaba parando en lo de una amiga que tenía sintetizadores y cosas así. Era agarrar lo que había por ahí, estaba explorando», dice.
Durante ese proceso, una de sus influencias terminaría marcando su futuro artístico: en ese entonces, Salvadores era un fervoroso escucha de A New Place 2 Drown, el segundo álbum de King Krule. «Fue uno de los disparadores para el sonido del EP, entonces cuando me vine a Londres le escribí diciéndole ‘Che, esto es lo que estoy haciendo, siento que estamos muy conectados'». Tras mirar un par de video,s Marshall recogió el guante rápido, lo invitó a un show y a los dos días ya lo estaba invitando a ser parte de su universo musical. «Con él es todo bastante silencioso. Es muy de tocar y tocar por horas, ya desde cuando nos conocimos fumamos y colgamos a tocar», explica Gal Go sobre una química que de a poco fue ganando terreno.
De a poco, Salvadores se volvió un socio creativo tan profundo de Marshall que hasta formpó parte de Hypno Disk, el trío que ambos músicos armaron con el hermano de Archy, de donde también salió gran parte del material que reflotaron juntos en los discos de King Krule. Pero una vez que llegó la pandemia, a Ignacio le aparecieron otras prioridades. «Habíamos tocado un montón, hicimos dos discos y llegó el aislamiento, así que retomé donde me había quedado con Gal Go, pero ya desde otra estética», explica. Aprovechando las medidas de restricción, Ignacio se fue a la casa de una amiga en la campiña, donde por dos meses vivió en contacto con un entorno ajeno al de una gran ciudad. «Fue medio ave fénix la cosa, porque me quedé dos meses ahí. Hacía fuegos, talaba árboles y medio que eso me devolvió un poco la vida, y así activé también mi música», analiza.
El primer paso llegó con Gal Go Grey, un disco grabado junto al músico Tom Grey, y de a poco el proceso creativo comenzó a fluir. Hace unos meses, Salvadores publicó dos singles («gota» y «1 mancha de vino en tus jeans») que funcionan como ventana de su futuro más próximo. «Son temas de un EP que sale en veinte días. Tengo doce temas, y la idea es fraccionarlos de acá a marzo, ir sacando de a poco», dice sin arriesgar un horizonte posible para su propia música. «Me aburre un poco repetirme, entonces cada vez que pase algo nuevo que me divierta, la hago. A veces las cosas que más disfruto hacer pasan cuando estoy en ese momento donde mejor la estoy pasando. No sé, me viene resultando bastante que siempre hago un plan y en el momento veo que pasa y derivó por donde se tenga que ir», dice.