jueves, 11 septiembre, 2025
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Primavera Sound 2023, día 1: cielo despejado

Con nuevo predio y sin tormentas a la vista, la edición 2023 de Primavera Sound Buenos Aires comenzó con el sol marcando presencia desde temprano. Mientras el predio comenzaba a poblarse, Fantasmagoria salió a escena para un set que tuvo a “Gori llamando a Río” y “Las cosas de verdad” como sus puntos más logrados, y casi en simultáneo Fermín, ya desmarcado de su figura de ladero de Dillom, estrenó en el escenario Barcelona las canciones del flamante Todo sobre la nada, publicado el miércoles, con «Polideportivo» y «Luz y Fuerza» como únicas muestras de su disco anterior, Orden y progreso. Y si hay un nombre asociado a la cultura festivalera local es Massacre, que salió a escena con una lista que no escatimó en hits de su pequeña patria como “Te leo al revés”, “Querida Eugenia”, “La octava maravilla”, “La reina de Marte” y “Plan B: anhelo de satisfacción”.

Con “Un par de árboles”, Mi Amigo Invencible dio apertura a un show en el que compactó todas sus facetas posibles. Hubo lugar para las armonías agridulces de “Fósil” y también para el pop diáfano y rítmico de “No me hables”. La fórmula se mantuvo con “Suavemente entusiasmado” y tomó un nuevo giro en “Mapa”, cuando se coló sobre el final la coda de “Fanky”, de Charly García. “Batalla”, en cambio, apostó por un espíritu más amable, a contramano de su título, para un último tramo coronado por “Manto negro” y “Desayuno continental”. Para balancear el cuadro, los ingleses Just Mustard desarrollaron un show sostenido por los opuestos: en un extremo, una banda abocada al post punk y el noise; en el otro, Katie Ball, una cantante sutil y delicada, capaz de envolver entre susurros canciones como “I Am You”, “Pictures” y “Deaf”.

Aunque parezca mentira, el único homenaje a Diego Armando Maradona en el Primavera Sound a tres años de su muerte corrió por cuenta de una banda inglesa. Los integrantes de Black Midi salieron a escena haciendo sonar fuerte en los parlantes “La mano de Dios”, de Rodrigo, mientras ocupaban sus posiciones en el escenario. Y lo que debía ser el comienzo de su show se hizo esperar: un desperfecto técnico tuvo a los músicos zapando fragmentos de “Libertango” hasta que las piezas finalmente se acomodaron. Una vez restablecida la normalidad, el ahora trío londinense (complementado con un bajista de sesión) puso marcha a su maquinaria con “953”, que sentó las bases de lo que vendría en el resto de su set: un grupo en mutación constante, capaz de pasar del free jazz al metal, para luego recaer en el rock progresivo y los pasajes abstractos. La rítmica es clave, y ahí es donde el baterista Morgan Simpson se vuelve una pieza esencial, deformando patrones sin dejar de ser el sustento para los juegos de guitarras de Geordie Greep y Cameron Picton, un Tetris en constante movimiento. 

Mientras, en el otro extremo del predio, Richard Coleman aportó la cuota de oscuridad necesaria para agitar la previa a The Cure. “Para terminar” y “Entre sábanas”, dos temas de Fricción, se encargaron de poner en clima al público antes de un recorrido por su carrera en solitario con “Corre la voz”, “El agua no se puede beber” y “Humanidad”. Después, Flopa Lestani se incorporó al escenario para acoplar su voz a la reciente y electrizante “Arañas bebé”, que cuenta con el feat de Andrea Echeverri, de Aterciopelados, en su versión de estudio. “Días futuros” y la espacial (en todo sentido) “Desechos cósmicos” oficiaron de antesala de “Heroes”, la versión de David Bowie que Richard ya hizo propia, de nuevo con Flopa como cantante, antes de un cierre con “Hombre al agua”, la manera de mantener vivo el recuerdo de su amigo y socio creativo de la mejor manera posible: con una guitarra en mano. 

Después del paso de Black Midi, y sin un segundo de descanso, Conociendo Rusia arrancó un set a puro estribillo, con “La puerta” y “Tu encanto”. El ultra pop porteño se erigió como el último bastión de la canción con un set que, con el sol bajando lentamente, casi hacía sentir al festival como un picnic masivo. La banda que acompañó a Mateo Sujatovich, ajustada pero relajada recorrió un set que posiblemente sea lo que más se acerca, a nivel evocativo, a un festival de primavera. Con acordes abiertos, guitarras acústicas y terreno seguro, el Ruso se hizo sentir como compañía amena gracias a una selección de canciones de Cabildo y Juramento (“Cosas para decirte”, “Luces de neón”, “Otra oportunidad”). En un show signado por las jugadas seguras, los momentos destacables llegaron cada vez que se salió de guión, como su cover de “Rezo por vos”, o “Mundo de cristales” su canción junto a Leiva, interpretada a dúo con el español.

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