Después de más de dos décadas de facturar una gruesa cantidad de hits por cuenta propia, Miranda! pareció haber entendido que el futuro de sus canciones estaba en el espíritu colaborativo. Fruto de un clima de época, Juliana Gattas y Ale Sergi decidieron volver sobre su catálogo para reversionar sus canciones con un elenco notable de feats (Chano, Emilia, María Becerra, Ca7riel, Dillom y siguen las firmas). El resultado final, Hotel Miranda!, no solo funcionó como concepto, sino también como refresh aprobado por la industria: el disco le valió al dúo su primer (y demorado) Gardel de Oro, y sirvió también para darle al grupo (y a su proyecto en particular) la dimensión que se merece: del Gran Rex al Luna Park, de ahí a Ferro, y una estocada final en el Movistar Arena para cerrar la etapa. Pero, como quedó claro en Villa Crespo, sus dos creadores no cierran una puerta sin abrir otra.
Para esta serie de shows en el Arena, Miranda! buscó hacer el foco en las canciones y no (tanto) en sus vocalistas invitados. Desde un primer momento, la atención recayó en Sergi y Gattas, que entraron a la sala a lomo de un cisne gigante de plástico durante “Ya lo sabía”, estrellas de su propio carnaval desde el momento cero. Sin el hilo narrativo de los shows del año pasado, las canciones fluyeron sin interludios ni pasos teatrales, lo que le dio a la lista un fluir más orgánico, y también permitió recuperar algunas canciones que habían quedado relegadas del repertorio de los últimos años. Así, después de “Nadie como tú” y “Lo que siento por tí”, ya con un cuerpo de baile de mucamas en el escenario, la dupla volvió sobre “Luna de papel”, de Souvenir. Más adelante, cuando ya habían pasado “743” y la versión de “Uno los dos” con la voz pregrabada de Emilia Mernes, fue el turno de “Cálido y rojo”, que llevaba sus buenos años sin sonar en Buenos Aires.
Ausente en la noche del viernes (pero presente en la jornada siguiente), la voz pregrabada de Dillom sirvió como excusa para darle a la puesta “Dos” un aura de cine de terror ochentoso, una apariencia fantasmal sobre una gran luna llena. El tema estuvo unido conceptualmente con “Puro talento”, en cuyo videoclip una imagen bucólica termina en un baño de sangre, parte de un segmento protagonizado por Gattas que también incluyó a “Para olvidar tu amor”, otro regreso a las listas. El bloque fue también la antesala de un hilo de canciones donde la melodía le ganó al fervor bailable, primero con “Tu misterioso alguien”, con el aporte remoto de Andrés Calamaro, y después con “Extraño”, empalmada con la versión de Hotel Miranda! de “Perfecta”, también sin invitados presenciales, y también la única en darle lugar a sus invitados (en este caso, María Becerra y FMK) para que amplíen y modifiquen la letra del original.
Pero si algo indicaba la notable cantidad de bolas de espejos que colgaban del techo del Movistar Arena era que el espíritu de fiesta debía primar la noche, y de eso se trató al cosa cuando sonó el Eurodance de “Por amar al amor”, la puerta de entrada al segmento de discoteca que también completaron “Prisionero” y “Hola” (o la inesperada puerta de entrada de Miranda! al Fútbol Para Todos). Y de repente, el cambio drástico de clima: con una luna gigante en la pantalla como único acompañamiento visual, Gattas y Sergi se ubicaron en el centro del escenario para un momento de intimismo pop. Guitarra en mano, la dupla interpretó sendas versiones acústicas de “Lejos de dos” y “Hasta hoy”, un estado de desnudez emocional que solo pudo ser quebrantada con el remix de “El profe”, un break instrumental con coreo incluida para que Ale y Juliana realizaran un cambio de vestuario, y tambíen para dejar en decisión del público el cantar versos que hoy califican como incorrectos.
Lo que demostró el formato de Hotel Miranda! es que las canciones se sostienen por sí solas, y también que los nombres de sus invitados / huéspedes son lo suficientemente fuertes como para subsistir sin que su presencia física esté garantizada, y la prueba de esta fórmula llegó con “Yo te diré”, sin que Lali estuviese presente en el Arena, y con las bailarinas luciendo fraperas como máscaras. La vara quedó alta para “Me gustas tanto”, una canción de Souvenir que de todos modos supo ganarse el cariño del público por derecho propio, y que se midió cuerpo a puerto con dos éxitos XXL como lo son “Traición” y “Ritmo & decepción”. Incluso una página más reciente, como lo es “Siempre que lo beso”, su reciente single junto a la ex youtuber mexicana Kenia OS, fue recibido con bríos, como si formara parte del repertorio hace años.
En el tramo final de la noche, Miranda! abrió el escenario para el único invitado de la noche: de sobretodo plateado y outfit negro, Chano Moreno Charpentier se acopló para una versión de “Mentía” que subió la vara para lo que quedaba del show. Y con esa norma, la única salida posible fue redoblar la apuesta con el repertorio, y para eso estuvieron el saxo ochentoso de “Fantasmas”, el protagónico de Gattas en “Enamorada” y la siempre efectiva “Don” en su versión original (o, si se gusta, sin el feat de CA7RIEL de los últimos años). Al momento de la despedida, Sergi dedicó unas palabras a los fans que acompañaron a la banda desde sus primeros días y, como señal de agradecimiento cerró la noche con “Romix”, un clásico inoxidable de Es mentira, su álbum debut. Una vez terminado el show, mientras en las pantallas pasaban los créditos, la noche tuvo su propia escena poscréditos en la que la dupla anunció la “inauguración” de una nueva sede del Hotel Miranda!. No hace falta abrir una puerta para cerrar otra cuando las puertas son giratorias, como en todo hotel de categoría.
